Veramente beati coloro che, sapendo piangere, sanno ritrovare uno scopo vero alla loro vita che pareva troncata e destinata all'oblio di se stessi come esseri umani, amati, amanti.
Chi vuole il dolore? Chi? Chi può desiderare il dolore? Con quale spaventoso diritto l'uomo crea dolore all'uomo? In nome di quale orrore lui crea il dolore, se non perché, incosciente, non sa, non pensa e non osa pensare? Ma chi crea il dolore? Chi? Rispondi: l'egoismo dell'ego, insipido e incongruo, feroce e malato, debole e schiavo. Solo chi è libero, ama il suo bene e il bene dell'altro.
Dichosos, verdaderamente dichosos aquellos que, sabiendo llorar, saben volver a encontrar una razón para seguir viviendo una vida que parecía haber quedado truncada y destinada al olvido de ellos mismos como seres humanos amados y amantes.
¿Quién quiere el dolor? ¿Quién? ¿Quién puede desear el dolor? ¿Con qué espantoso derecho el hombre le crea dolor al hombre? ¿En nombre de qué horror crea el dolor, si no sólo porque es inconsciente y no sabe, no piensa y no se atreve a pensar? Pero, ¿quién crea el dolor? ¿Quién? Responde: el egoismo, insípido e inconguente, feroz y enfermo, débil y esclavo. Sólo el que es libre ama su propio bien y el bien del los demás.