Sperimentare il dolore è necessario? Sì, per poter camminare con la coscienza di Dio presente. Con la coscienza di Dio onnipresente. Con la coscienza di Dio, sempre.
Non è che tu debba dedicare la tua vita a saper superare il dolore, no, è da te imparare che anche il dolore forma parte della tua vita ed è sapore: dà sapore alla vita. Così come la gioia, il dolore dà sapore alla vita.
Sradica un albero, ne morirà. Radica un albero, vivrà. Che cosa vuol dire? Che, se sradichi da te il dolore per non soffrire più, morirai nell'incertezza: il dolore tornerà, non tornerà? Se ti difendi dal dolore, ti ucciderà, ucciderà in te il sentimento: la capacità di amare, di sognare, di vedere, di sapere. Se lo accetti come ingrediente della minestra che è la tua vita, l'arricchirai di mille sapori. Ma se rifiuterai di vedere, di amare, di godere per non tornare a soffrire, ti ucciderai, ucciderai in te tutte le infinite radici con cui nascete per abbarbicarvi alla terra. Recidine una e un'altra: ne morirai. Accetta il dolore come ingrediente della tua vita, ingrediente, non elemento portante della tua vita. Gioia, dolore, allegria, tristezza, rancore, tutto in piccole dosi, e ogni radice darà i suoi frutti sui rami della tua vita. Rancore? Sì, per sapere cos'è. Dolore? Sì, per sapere cos'è. Rimpianto? Sì, per sapere cos'è. Viverli, amarli, e poi? E poi polverizzarli trasformando odio e rancore in conoscenza di Amore. E come, dirai? Accettando in primis ogni elemento componente la vita e, in secundis, approfittare dell'insegnamento che ne viene. Poco, molto? Che importa? Insegnamento per te e per chi ne vorrà godere. Pertanto, ama la vita sia nel dolore che nella gioia: nuvole e sole, portatrici di vita, portatore di vita. Nuvole e sole. E tu sarai nuvole e sole coscientemente. E come, dirai? Allontanando da te ogni rancore. Polverizzalo e va. Il tuo amore è per tutti coloro che sanno, non sanno, sono, non sono, hanno, non hanno. Sei nuvole e sole per te. Innaffia quel cuore che arde d'Amore. Innaffia: sii pioggia e poi sole. Sole e poi pioggia: Amore. Ricorda: sii solo Amore: il Suo.
¿Es necesario experimentar el dolor? Sí, para seguir caminando. Con la conciencia de Dios presente. Con la conciencia de Dios omnipresente. Con la conciencia de Dios, siempre. Esto no quiere decir que tengas que dedicar tu vida a saber superar el dolor, no, tienes que aprender que también el dolor forma parte de la vida y es sabor, es decir le da sabor a la vida. Así como la alegría, el dolor le da sabor a la vida. Arranca un árbol, morirá. Planta un árbol, vivirá. ¿Qué quiere decir? Que si arrancas de ti el dolor para no volver a sufrir nunca más, morirás en la duda: el dolor, ¿volverá, no volverá? Si te defiendes del dolor, te matará, matará en ti el sentimiento: la capacidad de amar, de soñar, de ver, de saber. Si lo aceptas como ingrediente de la sopa que es tu vida, la enriquecerás de mil sabores. Pero, si rehusarás ver, amar, disfrutar, para no volver a sufrir, te matarás, matarás en ti todas las infinitas raíces con las cuales nacéis para agarraros a la tierra.
Corta una raiz y otra y otra, morirás. Acepta el dolor como ingrediente de tu vida, ingrediente, no elemento portante de tu vida. Gozo, dolor, alegría, tristeza, rencor, todo en pequeñas dosis, y cada raiz dará sus frutos en las ramas de tu vida. ¿Rencor? Sí, para saber qué es. ¿Dolor? Sí, para saber qué es. Nostalgia? Sí, para saber qué es. Vivirlos, amarlos, y ¿luego? Y luego pulverizarlos, transformando odio y rencor en conocimiento del Amor. ¿Cómo, dirás? Primero, aceptando cada elemento que compone tu vida, y segundo, sacarle provecho a la enseñanza que nace de la aceptación. ¿Poca, mucha? ¿Qué importa? Enseñanza para ti y para los que querrán disfrutar de ella. Por lo tanto, ama la vida tanto en el dolor como en la alegría: nubes y sol, portadoras de la vida, portador de la vida. Nubes y sol. Y tú serás nubes y sol de manera consciente. ¿Cómo, dirás? Alejando de ti todo el rencor. Pulverízalo y ve. Tu amor es para todos los que saben, que no saben, que son, que no son, que tienen, que no tienen. Eres nubes y sol para ti. Riega ese corazón que arde de Amor, riégalo, sé lluvia y luego sol. Sol y luego lluvia: Amor. Recuerda: sé sólo Amor: el Suyo.