Io non ti ho mai indirizzata al male, lo sai. Tu hai assaporato dolore e dolore per conquistare, che cosa, dirai? L'onnipotenza di aiutare. Aiuterai le genti a risanare ferite inferte da mani crudeli: le loro. Non esiste mano crudele che non sia la vostra propria mente che trasforma in male, cioè in dolore, le parole, le azioni, gli atti altrui.
Puoi immaginare atto che sia più crudele che accettare nel male quello che può essere un bene? Trasformare in male le parole, le azioni, i godimenti? Voi trasformate in male ciò che può essere un bene. Ogni parola dettata dal cuore va interpretata nel senso più vero. Qualcuno ti dice: cretino? Analizza: perché dice queste parole? Stanchezza, riposo mancato o frustrazioni crudeli di un tempo passato.
Mille le situazioni, vanno vagliate. Ogni parola dettata dal cuore va riportata a compimento dentro di voi: non giudicate le parole impadronendovene come se fosse veleno gettato in faccia all'interlocutore. No, analizzate: perché?E poi ne parlate. Così raggiungerete un dominio sconosciuto che vi porterà a dominare in voi l'ansia di vendicare un'offesa inesistente che potrebbe portarvi alla perdizione.
Non hai che da considerare una, due, tre, mille cose: l'ansia di soffrire che avete, malsana oltre ogni dire, vi ha portato a godere ? No, mai! Pertanto, recedi, uomo, da questa tendenza dannosa oltre ogni dire e cammina per riportare a frontiere più sane, più vere, autentiche sfere di Bene.
Yo nunca te he encaminado hacia el mal, lo sabes. Tú has saboreado dolor y dolor para conquistar, ¿el qué, dirás? La omnipotencia de ayudar. Ayudarás a las gentes a sanar heridas causadas por manos crueles: las suyas propias. No existe mano cruel que no sea vuestra propia mente que transforma en mal, o sea en dolor, las palabras, las acciones, los hechos de los demás.
¿Puedes imaginar un acto que sea más cruel que el de aceptar en el mal lo que puede ser un bien? ¿Transformar en mal las palabras, las acciones, los deleites? Vosotros transformáis en mal lo que puede ser un bien. Cada palabra dictada por el corazón hay que interpretarla en su sentido más verdadero. ¿Alguien te dice: cretino? Pues bien, analiza: ¿por qué dice estas palabras? Por cansancio, por falta de descanso o por frustraciones crueles de un tiempo pasado.
Miles son las situaciones, hay que cribarlas. Tenéis que completar dentro de vosotros cada palabra dictada por el corazón. No juzguéis las palabras adueñándoos de ellas como si fuera veneno echado en cara al interlocutor. No, analizar: ¿por qué? Y luego habláis de ello. De este modo alcanzaréis un dominio desconocido que os llevará a dominar en vosotros el ansia de vengar una ofensa inexistente que podría llevaros a la perdición.
No tienes más que considerar una, dos, tres mil cosas: el ansia de sufrir que tenéis, que es indeciblemente malsana, ¿os lleva a disfrutar? ¡No. nunca! Por lo tanto, hombre, abandona esta tendencia que es indeciblemente dañina, y camina para volver a llevar auténticas esferas del Bien hacia fronteras más sanas y más verdaderas.