Cuando ves florecer las rosas sabes que la primavera ha llegado y que no queda nada del largo invierno penoso, y el aire perfumado y largos días de sol esperan al hombre que observa asombrado las cosas.
Así, cuando llega la Primavera, el alma mira asombrada a su Dios y Lo ve y Lo escucha y Lo siente y casi Lo toca y querría ser una sola cosa con Él.
El hombre perdido no encuentra el camino de su Casa. De su Casa creada-creadora que siempre le acoge, bastaría simplemente que llamase a la puerta y viese la Luz en el umbral y tendiese la mano y cogiese la Mano que se le tiende y se dejase guiar y se diese cuenta de cuánto le aman allí.
Quando tu vedi sbocciare le rose, tu sai che è primavera e nulla rimane del lungo inverno penoso, e l’aria profuma, e lunghe giornate di sole attendono l’uomo che osserva stupito le cose, così, giunta la Primavera nell’anima, stupita guarda il suo Dio e Lo vede e Lo ascolta e Lo sente e quasi Lo tocca e vorrebbe essere solo (una cosa sola) con Lui. Una cosa sola con Lui.
L’uomo perduto ha smarrito la via della sua Casa. Della sua Casa creata-creante che lo ha ospite oltre ogni dire, se solo bussasse e vedesse la Luce al di là della soglia e tendesse la mano e prendesse la Mano a lui tesa, e si lasciasse guidare e toccasse con mano quanto lo amano là.