jueves, 21 de octubre de 2010

Io ho decretato...Yo he decretado...

Io ho decretato, anni sono passati, che nel tuo cuore abitasse l'Amore. Lo hai riconosciuto, lo hai, lascialo andare: lascialo volare libero. L'Amore di Dio è infinito, lo sai e, se non lo sai, Io ti ricordo che non hai che da guardare intorno a te: un fiore, una stella, un'ombra nel sole. Un destino crudele? No, scelto! Perché? Per ridimensionare Dio nelle vene, nel cuore, nel corpo, nella materia: Io, dovunque.

Yo he decretado, han pasado ya muchos años, que en tu corazón habitara el Amor. Lo has reconocido, lo tienes, déjale ir: deja que vuele libremente. El Amor de Dios es infinito, lo sabes y si no lo sabes, Yo te recuerdo que no tienes más que mirar a tu alrededor: una flor, una estrella, una sombra en el sol. ¿Un destino cruel? No, ¡un destino elegido! ¿Para qué? Para volver a darle a Dios Su justa dimensión en las venas, en el corazón, en el cuerpo, en la materia: Yo, en todas partes.