
Infeliz y desgraciado te sientes allí en la Tierra. Feliz y afortunado Yo te he creado. ¿Por qué has tergiversado lo que Yo te he dado? Mira los campos de trigo, los vergeles, los lagos llenos de peces, los océanos, los mares, los bosques, las montañas, las lagunas, verde en el verde. Yo he
creado la vida en mil manifestaciones, y tú te quejas porque no sabes. Tu lamento es desconocimiento, de Dios naturalmente, y de la creación. Desconocimiento debido al miedo. Tú temes entregarle tu fe a Alguien al que no ves. Pero, ¡veme! No tienes más que mirar la creación, ¿qué más quieres? ¿Otra creación? Hazla tú entonces y veremos si creerás. Ánimo, haz un árbol, un manzano, un cerezo, un ciruelo, un pino, un arbusto, una palmera, un renacuajo, una mosca, un insecto: ¡uno! ¡Ánimo, construye un avión con minerales creados por ti! Ánimo, construye una motocicleta de la nada. Crea una Tierra, un planeta, un sol, una luna. Ánimo, ¿a qué esperas? Y luego, ¿creerás? ¿Creerás? ¿Di, ¿creerás? Sé tu el autor de todas las cosas y luego creerás. Yo he creado, yo he amado, yo he dado, Yo he inventado, Yo les he dado comienzo a todas las cosas. ¿Quieres verlo? Velo, pues. ¿No quieres? Lo verás. Antes o después, son conceptos humanos, lo sabes, ¿por qué te afanas en posponer la llegada a la Luz? ¿Pereza? ¿Rencor?¿Rabia? ¿Decepción? ¿Verás? ¿No verás? Cuando de improviso Dios te aparece y ya no sabes qué decir, calla: Yo estoy ahí.