Tú retienes la cólera, el rencor, el odio, los enojos, las palabras que han sido dichas y las que no han sido dichas. Vence esa debilidad que nace de tanto odio y de pensar que Yo te he abandonado porque no te amo y no cuido de ti. Sé tú la que cuida de ti, deja que el rencor se vaya, no siembres cardos y espinas en un camino que está hecho de rosas: la autoconciencia es suficiente para allanar todos los obstáculos de tu camino.
lunes, 14 de junio de 2010
Tu trattieni le ire... Tú retienes la rabia...
Tú retienes la cólera, el rencor, el odio, los enojos, las palabras que han sido dichas y las que no han sido dichas. Vence esa debilidad que nace de tanto odio y de pensar que Yo te he abandonado porque no te amo y no cuido de ti. Sé tú la que cuida de ti, deja que el rencor se vaya, no siembres cardos y espinas en un camino que está hecho de rosas: la autoconciencia es suficiente para allanar todos los obstáculos de tu camino.